La ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, y el presidente del Iscamen, José Orts, participaron en la primera entrega de indumentaria confeccionada por personas privadas de libertad destinada al personal del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen).
Estuvieron presentes además el propietario de Xinca, Exequiel Gatti; la subdirectora del Servicio Penitenciario, Alejandra Llarena; el director de la Unidad de Producción Penitenciaria, Mauricio Poroyán, y el director Principal de Administración, Fabricio Conill.
“Es muy importante, en realidad, para la sociedad en general, en el sentido de que el sistema penitenciario es clave para el sistema de seguridad. Esto permite llegar a cumplir las expectativas de resocialización de las personas privadas de la libertad, con el fin de evitar la reincidencia y no afectar al sistema de seguridad en sí”, destacó Mercedes Rus.
La partida incluye indumentaria de campo para el personal de la Bioplanta Santa Rosa, confeccionada con materiales sustentables, en línea con el compromiso del Iscamen con el cuidado del medio ambiente. La iniciativa tiene como objetivo que las personas privadas de libertad trabajen intramuros y adquieran habilidades técnicas mediante formación y talleres productivos. Se busca reducir el tiempo ocioso en los contextos de encierro y colaborar con las expectativas de reinserción social.
En este sentido, Rus agregó que el programa se lleva adelante en el marco de una prioridad del Gobernador Alfredo Cornejo desde su primera gestión. “Hoy, lo que estamos mostrando tiene que ver con ese camino que se trazó en su momento, aunque ahora de forma potenciada, porque el Iscamen, que es un organismo público pero independiente, lo que ha hecho es aportar a este proyecto”, afirmó.
La producción se enmarca en el convenio de cooperación entre el Ministerio de Seguridad y Justicia y el Iscamen, a través del cual la institución prioriza la compra de bienes e insumos elaborados por internos del sistema penitenciario provincial. De esta forma, el Gobierno provincial implementa políticas públicas orientadas a la formación técnica y la promoción del trabajo en las cárceles, gestionadas por la Unidad de Producción Penitenciaria.
En esta primera etapa se entregaron 700 chombas, 420 camisas de trabajo, 430 pantalones cargo, 315 ambos y 420 polars, anticipándose a las necesidades operativas del personal de la Bioplanta Santa Rosa en los próximos meses. Esta indumentaria fue diseñada para responder a las exigencias y condiciones específicas de las tareas de campo realizadas por el personal de Iscamen. “La verdad es que es un logro significativo, que refleja mucho trabajo intramuros, es decir, de personas privadas de la libertad trabajando, pero también adquiriendo conocimientos y oficios que entendemos pueden ser valiosos para el afuera”, aseguró la ministra.
La confección con materiales reciclados está alineada con las acciones del Iscamen para el manejo de plagas mediante técnicas sostenibles y amigables con el ambiente, y refuerza un modelo de producción que integra reinserción social, trabajo intramuros y cuidado ambiental.
En tanto, José Orts agradeció al Ministerio de Seguridad y Justicia y también expresó su gratitud hacia el servicio penitenciario. “Hoy se está entregando indumentaria, que son unas 2.000 prendas de vestir para todo el personal del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza”, destacó.
El titular del Iscamen agregó que, a través de este proyecto, han participado más de 50 personas privadas de la libertad, lo que tiene fuerte impacto tanto en lo social como en lo cultural. “Es una política de Estado que viene realizando la Provincia de Mendoza desde 2015, con el primer gobierno de Alfredo Cornejo”, concluyó.
Empresa Xinca: compromiso con la reinserción social a través de la capacitación laboral
Xinca es una empresa textil y de calzado que comenzó hace 12 años y lleva casi 8 años trabajando en el Penal de San Felipe, participando activamente en este proceso de inclusión laboral. Su propietario, Exequiel Gatti, explicó cómo ha evolucionado la colaboración con el sistema penitenciario: “A través del convenio incorporamos gente que está capacitándose en Almafuerte II, donde también estamos instalando una línea textil dedicada solo para la ropa”.
Gatti también destacó el impacto positivo de la colaboración con el Iscamen, que se comprometió como compradora de los productos, lo que abrió nuevas oportunidades para los internos. Por último, resaltó la importancia de que personas que han estado privadas de la libertad hoy capaciten a quienes aún lo están. “Hoy estamos en un proceso en el cual hay mujeres que han recuperado su libertad y están trabajando en este tipo de procesos. Además, se han sumado a capacitar a internas en Almafuerte II, que es uno de los proyectos que estamos implementando”, finalizó.
Impacto de los programas laborales penitenciarios
Actualmente, más de 3.500 personas privadas de libertad en Mendoza participan en actividades laborales dentro del sistema penitenciario, desde tareas de mantenimiento hasta producción de bienes comercializados fuera de las cárceles. Estas iniciativas potencian la economía penitenciaria y generan beneficios directos tanto para las empresas como para las familias de los internos.
Entre los principales logros de estos programas se encuentran la formación técnica en nuevos oficios que incrementan las posibilidades de empleo posliberación, la generación de ingresos a través de la participación de empresas privadas que contribuyen al salario de los internos y la instalación de talleres productivos en las cárceles mediante inversiones en maquinaria y tecnología.
Este programa, gestionado por la Unidad de Producción Penitenciaria, no solo promueve la sostenibilidad y económica ambiental sino que también contribuye a la seguridad pública al brindar herramientas laborales que facilitan la reinserción social y reducen las posibilidades de reincidencia.