Biologia de la Lobesia Botrana
Lobesia botrana es un insecto plaga que genera un fuerte impacto en la actividad vitivinícola.

Se trata de una polilla cuyo alimento principal es la vid, por este motivo se la conoce comúnmente como "polilla de la vid". Sobre este cultivo desarrolla su ciclo de vida de manera completa, pasando por los estados de huevo, larva o gusano, pupa o crisálida y adulto, en cada generación.

Pasa el invierno como pupa debajo de las cortezas o en los restos de material de poda; las larvas se desarrollan sobre flores, bayas verdes, maduras y en el interior de las mismas. Los adultos colocan los huevos sobre flores y frutos, en grupos de 2 ó 3.

Cada hembra pone alrededor de 100 huevos y una pareja puede generar al final de la temporada aproximadamente 250 mil ejemplares.

En Mendoza su control es fundamental porque con más de 160 mil hectáreas implantadas y más de 14 mil productores involucrados en la actividad, genera el 75% de la producción nacional.

Además, la vitivinicultura cuenta  con más de 400 años de desarrollo en la provincia y actualmente produce exportaciones por más de 800 millones de dólares.

Ciclo Bio-Ecológico
Huevos:  Miden algo menos de 1 mm y tienen forma redondeada o apenas alargada. Recién puestos, son traslúcidos, con brillo y reflejos tornasolados; luego se vuelven color amarillo. Se encuentran sobre los frutos en formación, donde parecen pequeñísimas gotas de cera apenas visibles.

Larvas: Se encuentran en los racimos y pueden medir entre 1 y 15 mm. Son de coloración verdosa (aunque varía de amarillo-verdoso a marrón-grisáceo), con la cabeza siempre de color marrón claro. Son móviles y ágiles y, al ser molestadas, se descuelgan por medio de un hilo sedoso.

Pupas: Son difíciles de localizar, ya que se esconden en la corteza de las cepas, en las hojas y en los racimos. Están envueltas por un capullo blanco, con brillo sedoso. Son alargadas, miden 0,5 cmde largo y su color es marrón.

Adulto: Es una mariposa cuyo cuerpo mide alrededor de 6 mm. Sus alas, cuando están desplegadas, llegan a medir entre 10 y 13 mm. Su primer par de alas es jaspeado, con manchas oscuras en marrón alternando con zonas claras. Las alas posteriores son grises y están provistas de flecos grisáceos.

Una vez fecundadas las hembras de la primera generación, depositan los huevos aisladamente sobre la corola de los botones florales y las siguientes generaciones sobre los racimos. El incremento de los huevos tiene lugar al cabo de pocos días. La larva ataca los botones florales, uniéndolos con unos hilos sedosos, formando un “glomérulo” fácilmente reconocible. Al final del periodo larvario, la larva teje un capullo, en cuyo interior se forma la pupa o crisálida; casi la mitad lo hacen en repliegues de las hojas y el resto en la corteza de las cepas, racimos, suelo y otros. Al cabo de 5-10 días salen los nuevos adultos que repiten el ciclo, teniendo normalmente 2 ó 3 generaciones al año, aunque pueden tener más, dependiendo de las condiciones climáticas y hospedero. En la 2ª y 3ª generación, la puesta tiene lugar sobre bayas verdes o en fase de maduración

¿Qué daños provoca?
Se trata de la principal amenaza de la vitivinicultura de Mendoza, ya que puede ocasionar una merma en la producción de vid del 50%.

Las larvas se alimentan de las flores o de los granos causando el daño. La primera generación de la temporada ataca a los grupos de flores (inflorescencias) cubriéndolos además con hilos de seda. Las restantes generaciones, provocan daños en las uvas en formación y en los frutos ya desarrollados.

Produce daños directos provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta y afectando la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación. Asimismo, favorece el ataque de diversos hongos patógenos que provocan la podredumbre del racimo.

En uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos (daños indirectos).

Además de los daños productivos y de calidad, esta plaga causa importantes perjuicios económicos a través de las regulaciones que imponen los países importadores en el comercio internacional.

Mecanismos de dispersión
La principal forma de dispersión de la plaga hacia nuevas regiones es mediante el transporte de productos con el organismo vivo o bien por la propia capacidad de volar de los adultos, sumando a esto la incidencia de los vientos.

En el caso del comercio internacional, la polilla puede diseminarse enforma de pupas que pueden encontrase en el material vegetal propagativo. La forma más común de este material son estacas y sarmientos de vid.

La dispersión, a través de los adultos, no es tan importante ya que en general no vuelan distancias mayores a 80 metros.

Las plantas aisladas de vid que existan fuera de las unidades productivas(en casas particulares, por ejemplo) representan un foco muy importante de infestación y posterior dispersión de la plaga.

En Mendoza la Resolución 29-I-14 del ISCAMEN establece diversas medidas para el movimiento de uva, limpieza, transporte y otros requisitos a fin de evitar la dispersión de la plaga. Más allá de lo establecido que es de cumplimiento obligatorio, es fundamental que todos los participantes en la cadena productiva tomen conciencia y adopten prácticas de resguardo, muchas de las cuales son de fácil cumplimiento y de bajo o nulo costo.

Indicadores de presencia de la plaga